Bosque de Chernóbil – Fuente de la imagen: Proyecto Tree
Esta historia que voy a contar más parece un cuento fantástico, o de ciencia-ficción, que realidad, pero es cierta mal que les pese a muchos y evidencia la verdad que se esconde en aquella frase tan conocida, para muchos a través del cine: “la vida se abre camino”, me refiero a PARQUE JURÁSICO.
La vida se abre camino en cualquier sitio, hasta en Chernóbil. A pesar de la radioactividad, los bosques no murieron, siguieron viviendo, lógicamente no inmediatos al núcleo infeccioso, sino un poco más lejos, aunque las distancias nunca son obstáculo para que se expanda la radioactividad. El caso es que los bosques también se contaminaron, pero lo desconcertante es que no murieran, nada vegetal se secó, y pasado un tiempo volvieron los pájaros y más tarde llegaron los jabalíes porque la comida abundaba, y en la abundancia creció la natalidad y entonces… Entonces se sumaron caballos, ciervos, linces, osos, apareciendo también los lobos porque aquellos bosques se habían convertido en un maravilloso coto de caza y no era cuestión de desaprovecharlo. Pues bien. Los animales volvieron, no así las personas para quienes esos bosques eran tabú, un tabú destinado a subsistir por el miedo.
Tal es la historia totalmente real por muy inverosímil que resulte, yo me enteré hace tiempo y debo reconocer que no me lo creía, pero la noticia era cierta, hay documentos gráficos.
Y ahora viene la esperada pregunta que todos nos hacemos, ¿por qué no se murieron los árboles, pueden resistir la radioactividad sin secarse o deformarse monstruosamente? No lo sé, pero lo cierto es que los árboles siguieron con su existencia, y las plantas y las hierbas también y luego los mamíferos herbívoros, y también los omnívoros, vinieron y no murieron y más tarde llegaron los lobos a cazar sin ningún miedo dado que los humanos no se atrevían a entrar en los bosques, ya que incluso habían huido de sus ciudades dejándolas vacías.
Si no hubieran habido bosques en Chernóbil ese raro milagro no hubiera podido tener lugar.
Bosque de Chernóbil – Fuente de la imagen: Proyecto Tree